Cambiando de Utopía


Lluvia en domingo.

Algo tienen los días de lluvia que invitan a la introspección, al recogimiento y el disfrute solitario de mi música preferida.

Y aunque escriba para otros (hay que ganarse la vida), parece que todo gira en armonía  y la tarde se desliza suave camino de la planificadora noche del domingo, antesala de una semana llena de actividad frenética.


Pero ahora, el suave murmullo de la lluvia, la pastosa voz de Leonard Cohen y la alegría de las plantas de mi terraza, verdes, brillantes y vivísimas, aparto los apuntes sobre redes sociales y demás zarandajas y saco mi libreta de rayas moradas y verdes comprada hace ahora casi un año en Bogotá y me concentro en el post de domingo.






No es crisis, es cambio de utopía.

Hace dos días que no para de llover. A tono con la tristísima noticia de que hemos alcanzado los 6 millones de parados, el cielo llora menuda pero insistentemente.

Al margen de la ineptitud de los que nos gobiernan, que se está acabando el trabajo asalariado que impera desde hace doscientos años, es una evidencia. Las nuevas tecnologías echan al hombre del mercado y la manufactura huye a paraísos del trabajo esclavo. 

Y mientras se configura el nuevo paradigma, la nueva sociedad postindustrial, vivimos en el ojo del huracán del tránsito, un arduo camino en el que debemos despojarnos con dolor de la vieja piel de empleados y una vez desnudos, vestir los ropajes de la nueva era de la que apenas entrevemos tímidas tendencias, pequeñas iniciativas originales que rondan alrededor de lo CO: Compartir, colaborar, cocrear, cooperar... CONECTAR.



De la utopía de la sociedad industrial, que sostenía que el desarrollo de las fuerzas productivas y la expansión económica, liberaría a la humanidad de la escasez, la injusticia y la enfermedad, de esa utopía no queda nada.

Como bien dice André Gorz en su libro "Metamorfosis del trabajo", el trabajo es una invención de la modernidad. Trabajo es "tiempo de trabajo" y debe ser medible para poder ser remunerado. Rendimiento, fuerza de trabajo, productividad son los principios en los que se basa la sociedad industrial y "recursos humanos", en lugar de "personas", los "empleados" y el "empleo" la primera causa de inclusión social.

¿Es posible una sociedad no basada en el trabajo? ¿Pasar de una sociedad de tiempo productivo a una sociedad de tiempo liberado?

Gorz propone convertir el tiempo liberado por la automatización de la producción y la extensión de las tecnologías de la información y la comunicación, en un tiempo no estrictamente privado y de consumo, sino un tiempo relacional, cooperativo y autónomo.

Propone una organización del trabajo sobre la base de la cogestión, la cooperación y el respeto. Y para garantizar el trabajo para toda la vida, que las empresas subcontraten una extensa red de trabajadores autónomos. El nuevo "Recurso Humano" es polivalente, autónomo, con iniciativa propia y poder de autogestión.

La nueva UTOPÍA.






























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